Y llegó la Navidad....
Y con ella las compras de regalos a tus seres queridos y a los que no lo son tanto... y las cenas con gente que te apetece mucho tener a tu lado y con las que te apetece un poquito menos ... y con ese millón de obligaciones que parece que a nadie le gustan, pero que todo el mundo terminamos haciendo.
Es así, y sino puedes elegir la opción de irte de vacaciones al Caribe, tienes que tomarte las cosas con mucha filosofía.
Ahora más que nunca tienes que hacer un ejercicio de autoanálisis para decidir como quieres vivir la Navidad. Puedes pasarte los días pensando en lo poco que te gustan estas fechas y contando las horas para que se terminen, o puedes buscar el lado bueno a unos días, que si llevan tantos años celebrándose por algo será, después de todo... y no solo porque nos lo imponga El Corte Inglés.
¿Qué como lo hacemos?... quizás solo haya que dejar de pensar en lo poco que nos gustan y sentir como el frío acaricia tu cara, mientras caminas por las preciosas e iluminadas calles de tu ciudad, buscando ese regalo especial, o devolver una enorme sonrisa a los que en estos días parecen ser más generosos con ellas, o mirar a los ojos de asombro de ese chiquitín al levantarse el día de Reyes... quizás solo sea suficiente intentar hacer realidad en esta época del año eso que todo el mundo te desea, en esta época del año allá por donde vas, que tengas una FELIZ NAVIDAD.
Una vez alguien me preguntó qué era más fuerte, una caña de Bambú o una espiga de Trigo. No lo pensé mucho... el Bambú, contesté. ... ¿Y si viniera un viento muy fuerte?... El Bambú se partiría pero el Trigo se doblaría y aguantaría el vaivén del aire, gracias a su flexibilidad. Piénsalo bien, seguro que en tu debilidad está tu fortaleza...
viernes, 23 de diciembre de 2011
viernes, 16 de diciembre de 2011
Y... ¿Por qué no en azul o verde?....
Ahí va un consejillo para las que nos gustaría pintarnos los ojos de verde o azul, teniendo unos ojos estupendos.... pero marrones... Claro, que a las que ya los tienen en estos colores, el resultado es muchísimo más llamativo.
Primero hay que delinearse los ojos en negro con el Eye Liner, solo por arriba. Es importante que la línea vaya de más fina (desde la parte del lagrimal) a más ancha (hacia la parte de afuera del ojo), donde acabe en un pequeño rabillo. Después, con un lápiz azul o verde (ahora los venden con tonos metálicos y quedan genial), se pasa por encima la raya negra.
Por último, si quieres, puedes repasar con el lápiz la raya de la parte de abajo del ojo. En este caso se empieza desde la parte de fuera hasta más o menos la mitad, difuminándolo con el dedo en el centro.
Para darle un toque final, también puedes aplicar el rimmel negro y cuando se seque, un poco de rimmel azul o verde, en las puntas.
Y ahora a deslumbrar con esos pedazo de ojazos!!!.
De la mano de Elena...
Seguimos en Andalucía...
Si hay algo en lo que la que la mayoría de la gente coincide al hablar de Sevilla, es que tiene algo especial. Un olor, una luz, un... no sé, nunca he sabido explicarlo pero cuando paseas por sus calles ese algo te recuerda, en cada esquina, que estás en este precioso lugar.
Y quizás por eso es difícil escoger un rincón especial para un ciudad que es toda ella única, aunque Elena lo ha tenido claro. Cuando le pedí ayuda para destacar un rincón de su ciudad, me sorprendió con una plaza tan preciosa como conocida. La Plaza de España.
Yo conozco Sevilla, conozco la Plaza de España y el Parque de María Luisa, pero volveré porque esta es una de esas ciudades de las que no te cansas nunca de visitar, pero sobre todo si vas de la mano de una Sevillana.
Si hay algo en lo que la que la mayoría de la gente coincide al hablar de Sevilla, es que tiene algo especial. Un olor, una luz, un... no sé, nunca he sabido explicarlo pero cuando paseas por sus calles ese algo te recuerda, en cada esquina, que estás en este precioso lugar.
Y quizás por eso es difícil escoger un rincón especial para un ciudad que es toda ella única, aunque Elena lo ha tenido claro. Cuando le pedí ayuda para destacar un rincón de su ciudad, me sorprendió con una plaza tan preciosa como conocida. La Plaza de España.
Como ella bien me dijo, es un lugar que impresiona y si por algún motivo no la conoces, deberías hacer por acercarte a ella. Además este año la han abierto después de 15 años en obras y por fin a vuelto a recuperar las barquitas en el lago.
Es sin duda un lugar para pasear entre los bancos que representan momentos históricos de todas las provincias españolas, y entre los edificios que envuelven la plaza.
Para darle aún más belleza, en frente se encuentran los grandes jardines del Parque María Luisa, los cuáles pertenecieron en su origen a Palacio, y de donde proviene su maravillosa frondosidad, la gran variedad de plantas exóticas y sus árboles gigantes.
Yo conozco Sevilla, conozco la Plaza de España y el Parque de María Luisa, pero volveré porque esta es una de esas ciudades de las que no te cansas nunca de visitar, pero sobre todo si vas de la mano de una Sevillana.
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