El día que decidí cuidarme

Una mañana te levantas y descubres que tienes una arruga que antes no estaba ahí, y que la fuerza de la gravedad, empieza a afectar a partes de tu cuerpo que antes se mantenían en su sitio. Otra mañana tienes que coger el autobús y esa pequeña carrera hace que casi mueras por el esfuerzo...

Ese día llega  inevitablemente... y cuando lo hace... tienes dos opciones: preocuparte o enfadarte. ¡¡Perfecto!!, eso es exactamente lo que necesitas, una razón y la fuerza interna que te obligue a moverte. ¡¡Una motivación!!.

Después de mucho tiempo creo entender por que hay muchas personas que no se cuidan... porque no lo necesitan... pero lo que no llego a comprender es por que, a quién le hace tanta falta se deja arrastrar sin poner resistencia. Puede ser por falta de tiempo, por no saber como, por dinero... estas son muy buenas excusas.. . pero a mi me parece que la razón es que cuesta trabajo.

Pues bien, si algo he aprendido con los años, es que en esta vida todo se consigue con esfuerzo y con una bonita palabra, que ahora trato de aplicar a todas las facetas de mi vida: Constancia...

Así que vamos a ponernos manos a la obra y a ver si poco a poco vamos introduciendo pequeños hábitos y costumbres que nos hagan mejorar y sentirnos mejor.