jueves, 27 de septiembre de 2012

La música que me mata... Princess of China - Coldplay y Rihhana



Aquí os dejo otra canción de esas que necesitas oír con la música bien alta y que mezcla dos voces que no pueden empastar mejor.


PRINCESS OF CHINA - COLDPLAY ft. RIHANNA


PRINCESS OF CHINA

Once upon a time, somebody ran,
Somebody run away saying fast as I am
I've got to go.. got to go...

Once upo a time, we fell apart
You're holding in your hands
The two halves of my heart
Oh Oh Oh Oh

Once upon a time, we bright
That all we ever seem todo is fight
On and on
And on and on and on...

Once upon a time on the same side,
Once upon a time on the same side, at the same day
And Why'd you have to go have to go and throw it all on my fame...

I could've been a princess you'd be a king
could've had a castle and wore a ring
But no, you let me go (x)

And stole my heart
LA LA LA LA LA
You stole my heart
LA LA LA LA LA
OH OH OH OH OH OH

Cause you really hurt me
No, you really hurt me... (x4)


PRINCESA DE CHINA

Oh Oh Oh
Erase una vez, alguien corría
alguien corría diciendo:
Tan rápido como pueda
Me tengo que ir... me tengo que ir...´

Erase una vez, nos separamos
Tienes en tus manos las dos mitades de mi corazón
Oh Oh Oh

Erase una vez, ardíamos
Parece que todo lo que hacemos es pelear
Una vez tras otra, una tras otra.
Una vez tas otra.

Erase una vez en el mismo lugar
Erase una vez en el mismo lugar, el mismo día
¿Y por qué tuviste que irte y arrojarlo todo a mi fama?
Pude haber sido una princesa y tú un rey
Pude tener un castillo y lucir una anillo.

¡Y robaste mi estrella!
LA LA LA LA LA LA LA LA
¡Robaste mi estrella!
LA LA LA LA LA LA LA LA
OH OH OH OH OH OH OH

Por qué me hiciste daño
Me hiciste daños (x4)


martes, 11 de septiembre de 2012

No cambies nunca... ¿o si?...

Buena pregunta ...

En primer lugar diré que el ser humano se ve obligado a cambiar desde el mismo momento en que llega al mundo. Se trata de supervivencia. Todos nos adaptamos al mundo que nos ha tocado vivir para ir tirando razonablemente. El sistema es sencillo, lo que nos funciona lo repetimos y lo que no, lo desechamos. Pero... ¿ya está?, ¿funcionamos así?, ¿somos así de perfeccionistas?... obviamente no...

El hombre es un animal de costumbres y, a medida que maduramos, nos apoyamos en los hábitos que hemos adquirido a través de los años, en eso que un día aprendimos y que entonces nos sirvió, pero que ahora puede que esté desfasado. Todo, hasta el más mínimo paso que damos, está influido por lo que ya sabemos y por nuestras experiencias pasadas. Si a esto le unimos que lo que se convierte en costumbre se realiza de manera automática... apaga y vámonos... estamos condenados a repetir nuestras reacciones una y otra vez, nos ayuden o no.

¿Qué quiere decir todo esto?... que llega un momento en la vida en que ciertas maneras de hacer las cosas, de pensar, de reaccionar, una vez que las hemos aprendido y se han establecido, luchan por mantenerse inalterables y se niegan a cambiar porque ya las hemos hecho antes y nos dan seguridad (ya sabéis el dicho más vale lo malo conocido...). Como decía antes, las mantenemos porque alguna vez nos fueron útiles y ahora, aunque ya no nos sirven, nos cuesta reconocer que no nos funcionan.

La idea parece sencilla entonces, se trata de cambiar las cosas que no nos resultan útiles, que no son sanas, y retocar las que se podrían hacer mejor... Pues no, no es tan fácil y no lo es porque a los seres humanos nos cuesta mucho aceptar que hay cosas que no hacemos bien. ¿No habéis escuchado mil veces eso de... pues yo llevo años haciéndolo así?... pues igual... llevas "años" haciéndolo mal.

Identificar lo que no nos ayuda y lo que sería bueno que cambiáramos es la parte más difícil y requiere fijarse mucho en uno mismo. Se trata de analizar como somos, como actuamos, como pensamos... y hacerlo de una manera sincera. Nadie mejor que tú sabe si algo no te está haciendo bien y ... ¿has pensado que a lo mejor hay otra manera que puede hacerte más feliz?.

Pues si, seguramente si pero para eso hay que querer cambiar.

Entonces podemos cambiar pero ¿como?... pues dándonos dos segundos antes de responder, antes de hacer lo que haríamos en ese momento. Si consigues no dar el primer paso, si consigues parar la cadena que desata automáticamente tu manera de hacer las cosas, podrás analizar si tu respuesta es la adecuada y si las consecuencias a tu respuesta te compensan... y entonces podrás cambiarla.

Nadie dijo que fuera fácil, pero nada que merezca la pena lo es...