miércoles, 11 de abril de 2012

No, no es superior a mis fuerzas...

   No, no es superior a mis fuerzas...

   Muchos de nosotros tenemos un montón de esas cosas que parece que creemos que nos superan. Es como una fuerza interior que te prohibe hacer o dejar de hacer algo y que ni siquiera nos planteamos enfrentar porque total para que, si es superior a mis fuerzas... Si me cuesta tanto enfrentarlo será porque es lo correcto ¿no?.

   .... Pero ¿y que es lo correcto?... ¿dejarse arrastrar o inmovilizar por estas extrañas normas impuestas por nosotros mismos?. Y digo yo... ¿desde cuando uno puede darse órdenes u obligarse a hacer cosas en contra de su propia voluntad?. Que yo sepa, somos animales dotados de una inteligencia superior y actuamos según nuestras propias indicaciones, no las de ninguna mágica energía. Nosotros pensamos, analizamos y decidimos que hacer o no y, sólo nosotros, tenemos la capacidad de dirigir nuestros pasos.

   Creedme no hay nada superior a tus fuerzas, no hay nada que no puedas evitar, no hay nada que tú no gestiones sobre tus propios actos.

  A menudo estas manías, ese "es superior a mis fuerzas...": irme de casa sin hacer la cama... ver ese cuadro torcido... levantarme con el pie derecho.... o miles y miles... lo único que hacen es añadir estrés a nuestra vida.

  Pensaréis que cómo puede estresar no soportar ver el cuadro torcido... pues lo hace y lo hace porque, durante el tiempo que observamos el motivo de nuestra molestia hasta que la resolvemos, nuestra mente está tensa. Algo resulta disonante y si hay algo que no soportamos es la disonancia, que algo no nos cuadre. A esto hay que añadir que si caemos en una de estas ataduras ellas mismas nos arrastrarán a muchas más. En serio, no subestimes el poder constrictor de nuestra propia mente.

  Así que no caigas en tú propia trampa. No te pierdas con cosas que no tienen la más mínima importancia. Prueba a rebelarte.... deja el cuadro torcido, o no planches ese montón aunque mañana seguirá ahí... o deja que pongan la figurita al otro lado de la estantería...

   ¡Libérate! ¡flexibiliza tú mente!. En serio, bastantes normas externas tenemos ya como para ponernos más cadenas nosotros mismos.


3 comentarios:

Sayu dijo...

Y tienes razón. A veces somos un poco esclavos de nuestra mente y hasta que no hacemos lo que ella no nos quedamos a gusto. Lo que pasa es que en ese momento no somos conscientes de esa manipulación, no nos paramos a pensarlo. En general nos hace falta relajarnos más, como bien dices vivimos entre demasiado estrés y demasiada tensión...

Sayu dijo...

*"hasta que no hacemos lo que ella nos dice" que me he comido un trozo jejeje

Marisa dijo...

Te había entendido jejejejeje, pero si, a ver si conseguimos liberarnos de nuestra propia esclavitud!!!